En la mayoría de los casos, los sitios web utilizan ‘cookies‘ para recordar las preferencias de los usuarios. Las cookies son archivos con pequeñas porciones de datos que se almacenan en tu navegador de Internet y que te permiten no tener que repetir los mismos procedimientos cada vez que vuelves a visitar un sitio web. Por ejemplo, permiten que los buscadores cómo Google recuerden que prefieres ver los resultados de búsqueda en idioma castellano y también siven para que las tiendas online recuerden los artículos que has incluido en tu carrito de la compra. Además, los anunciantes también pueden utilizar las cookies para mostrarte anuncios relacionados con tus intereses.
Todos los navegadores actuales disponen de herramientas que permiten eliminar las cookies o evitar que se almacenen en tu ordenador. Sin embargo, debes tener en cuenta que muchos sitios web necesitan las cookies para funcionar correctamente, por lo que se pueden producir errores en algunas partes de los mismos si las cookies se bloquean o se eliminan.
A continuación, puedes ver el tipo de información que se puede almacenar en una cookie.
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- Un nombre:
- El nombre de la cookie, que es un nombre exclusivo para el sitio que la haya establecido.
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- Nombre del sitio:
- El nombre del dominio o del subdominio que la haya establecido.
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- Fecha de vencimiento:
- A partir de esta fecha de vencimiento, la cookie se eliminará automáticamente. Algunas cookies, denominadas cookies de sesión, caducan al cerrar el navegador. Otras cookies, denominadas cookies permanentes, pueden tardar varias semanas, meses o años en caducar.
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- Un valor:
- Esta es la información de la cookie que le sirve al sitio web para ‘recordar’ tu última visita.
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COOKIES SÍ, PERO CON PRECAUCIÓN.
Está bien saber que las cookies permiten que los sitios web recuerden tus preferencias, pero a veces, hay sitios web que utilizan las cookies para otras cosas que pueden profundizar más en tu intimidad. Por ejemplo, hay sitios que también almacenan información acerca de tu dirección IP.
En muchos casos, la dirección IP incluye información sobre tu proveedor de servicios de Internet y sobre tu ubicación geográfica. De este modo, los sitios web puedan averiguar tu zona de procedencia de forma aproximada. (Normalmente se especifica el nombre de la ciudad desde la que te conectas a Internet). Y esta información puede resultar útil, ya que permite determinar el idioma en el que (presuntamente) te interesa visualizar los textos del sitio web que estás visitando u ofrecerte un tipo de contenido apropiado según tu ubicación.
En la parte negativa, hay sitios web que pueden descargar a tu ordenador cookies que permiten rastrear las páginas web por las que navegas y permiten a sus propietarios saber que páginas visitas y cuales pueden ser tus gustos personales en base a las páginas visitadas. Por lo tanto, permite el uso de las cookies únicamente a los sitios web de confianza o que no representen una amenaza para tu intimidad.
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